10 años, 10 artistas (Maximino Javier)
Resuena en los lienzos y pliegos intervenidos por este artista, la melodía delirante, pero siempre afinada de una vida que se regodea de excesos.
El mes de marzo de la bienvenida al pintor oaxaqueño, miembro fundador del taller Rufino Tamayo de esa ciudad, Maximino Javier.
Sus pinturas se caracterizan por su capacidad de traducir en imágenes los componentes del inconsciente, con figuras que desconcertaban inclusive a psicoanalistas. Años después el pintor prosigue su narración de un mundo que oscila entre el idilio y la brutalidad entre la fantasía legendaria y el descarnado infrarrealismo.
El talento de Maximino forma parte de la primera generación de artistas formados en el Taller de Rufino Tamayo en Oaxaca, su obra ha sido expuesta en prestigiosas Galerias de la Ciudad de México desde 1978 y en países como Francia y Holanda.
El pintor y grabador mexicano ha presentado sus más grandes colecciones en el Museo Byer de las Artes en Illinois, en la Galería del Instituto Francés de América Latina, Galería Rubicón, en los Altos, California; en la Klein y en el Arts Workshop Gallery, en Chicago.
“Del júbilo a la pasión” es una muestra de 28 piezas del artista, en donde predominan las emociones, la flora, fauna y el color. Una visión de Maximino a lo largo de su carrera.
Los dibujos de Maximino te pueden recordar a los del artista Fernando Botero, pues ambos trabajan en líneas paralelas, sin embargo, pinta y dibuja sus propias leyendas, recuerdos vagos, nos comparte la realidad, el lugar en donde creció y lo inspiró, para que tiempo después, lograra ser uno de los pintores mexicanos más reconocidos.
En 1983, Maximino Javier recibió el premio de Adquisición en la I Bienal de grabado Iberoamericano, Montevideo. De 4mil 129 obras, la creación del oaxaqueño fue elegida para exhibirse en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, California.
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